El peculiar relieve de la Ribeira Sacra está cuajado de miradores con vistas soberbias, pero seguramente el más popular de todos sea el conocido como Balcones de Madrid, en las cercanías del pueblo de Parada de Sil. Además de una espectacular panorámica sobre las enormes paredes del cañón, tiene una curiosa historia que explica el porqué de su nombre.
Balcones de Madrid: vistas © viamagicae
Hace bastantes décadas, eran muchos los vecinos de la zona que tenían que marchar a otros lugares para salir adelante. Buena parte de ellos se dedicaba a vender barquillos en las ferias de la capital, y es por eso que hay en Parada una estatua dedicada al oficio de barquillero. Cuando llegaba el momento de partir a la gran ciudad, tenían que coger el tren en Monforte de Lemos, y para llegar allí había que bajar hasta el Sil, cruzarlo y ascender por la pendiente opuesta antes de seguir camino. Las mujeres y los hijos de los barquilleros, que se quedaban en la aldea, venían a este sitio para asegurarse de que la barca cruzaba el río sin novedad y su familiar llegaba sano y salvo a la otra orilla.
Balcones de Madrid: vistas [2] © viamagicae
Balcones de Madrid: vistas [3] © viamagicae
Balcones de Madrid: vistas [4] © viamagicae
Balcones de Madrid: vistas [5] © viamagicae
Mirador do Castro © viamagicae
Nogueira de Ramuín: Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil © viamagicae
Parada de Sil: subida a la necrópolis de San Victor de Barxacova © viamagicae
Parada de Sil: castaño milenario de Entrambosríos © viamagicae