PUENTEDEY

EL DEDO DIVINO
Burgos

Dicen que Dios perforó la roca con un dedo, y que así apareció el enorme arco natural que da a este lugar una identidad tan marcada. A su vista, no es difícil entender por qué Puentedey es uno de los sitios más fotografiados de toda la provincia de Burgos.

Puente natural sobre el río Nela © viamagicae

Una teoría un poco más verosímil asegura que fueron las aguas del río Nela las que, a base de tiempo y constancia, erosionaron la piedra hasta atravesarla y formar esa gigantesca oquedad. Pero Puentedey, el Puente de Dios, tiene interés y atractivo más allá de la irresistible fotogenia de su formación rocosa. .

 

Junto a las casas tradicionales de la comarca de las Meridandes, el pueblo cuenta con dos edificios notables que, eso sí, se encuentran sobre el inevitable peñasco horadado. Parece lógico pensar que, en ciertas épocas, ese puente natural debió de tener gran importancia estratégica.

Puente de Dios © viamagicae

La primera construcción es el Palacio de los Brizuela, una residencia fortificada que fue erigida durante el Renacimiento por ese linaje, entonces muy próximo a los círculos del poder castellano. Las dos torres cuadrangulares del palacio, a uno de los lados del puente, forman parte de la estampa clásica del pueblo. Al otro extremo está la Iglesia de San Pelayo, de origen románico pero muy modificada en épocas posteriores. Sobre su portada hay un relieve bastante peculiar que muestra, con figuras muy esquemáticas, la lucha de un guerrero y una gran serpiente.

También en el ojo sobre el Nela se halla la Cueva del Santo, otro de los puntos interesantes de la localidad porque es el lugar donde, hasta hace aproximadamente un siglo, la antigua Junta de Puentedey se reunía para discutir sus asuntos.

Puente de Dios [1] © viamagicae

Recorrer el pueblo no lleva demasiado tiempo, pero su entorno natural es otra historia. Puentedey puede servir de puerta de entrada a las maravillas naturales de Ojo Guareña, un paisaje kárstico que está entre los más impactantes de Europa. La obra de la lluvia, el viento y los demás agentes atmosféricos es aquí un fantástico relieve surcado de protuberancias y galerías, y agujereado por centenares de grutas en las que los seres humanos dejaron sus huellas hace decenas de miles de años. Esos vestigios remotos conviven con otros mucho más recientes, como algunos santuarios medievales, porque la presencia humana parece haber sido constante en el lugar.

Ojo Guareña es hoy un monumento natural atravesado por varias rutas de senderismo, y en sus proximidades, además de Puentedey, se encuentran localidades tan atrayentes como Espinosa de los Monteros. Una región cargada de personalidad y de historia para un recorrido apasionante.

Vista de la ciudad © viamagicae

Relieve en la iglesia de San Pelayo © viamagicae