La población de Tabulata aparece ya citada en el Diploma del Rey Silo, del año 775. En él se da cuenta de un territorio que el soberano dona para la construcción de un monasterio, y se menciona el menhir del Marco da Pena Verde, que entonces ya llevaba largos siglos señalando un cruce de caminos.
Aquel monasterio llegó a fundarse con el nombre de San Martín de Esperautano, pero sus piedras no han sobrevivido hasta nuestros días. Sí nos han llegado, en cambio, vestigios de castros y mámoas que, junto al conocido menhir, revelan la existencia de asentamientos prerromanos en la región.